Estilos de aprendizaje

               Estilos de aprendizaje: aprender a aprender






Las personas perciben y adquieren los conocimientos de manera distinta. Además, tienen preferencias hacia determinadas estrategias cognitivas que son las que finalmente les ayudarán a dar significado a la nueva información. Por ejemplo, unos prefieren hacerlo en grupos, otros individualmente, algunos optan por la experimentación y otros requieren asesoría.

El concepto estilos de aprendizaje se refiere a esas estrategias preferidas por los estudiantes y que se relacionan con formas de recopilar, interpretar, organizar y pensar sobre la nueva  información

El estilo de aprendizaje consiste en definitiva en cómo nuestra mente procesa la información, cómo es influida por las percepciones de cada individuo, con el fin de alcanzar aprendizajes eficaces y significativos. Por ejemplo, cuando se aprende un nuevo concepto, algunos estudiantes se centran en los detalles, otros en los aspectos lógicos, otros prefieren hacerlo leyendo o llevándolos a la práctica a través de actividades.

Por ello es necesario planificar actividades ajustadas a los estilos de aprendizaje de los participantes de manera que sean más receptivos cuando perciban que los objetivos del programa de formación responden a sus necesidades y expectativas.

Es importante establecer que los estilos de aprendizaje no son estables, es decir, pueden sufrir modificaciones a lo largo del tiempo. En efecto, a medida que avanzan en su proceso de aprendizaje los estudiantes van descubriendo cuál es su mejor forma de aprender, dependiendo de condiciones tales como las circunstancias, contextos o tiempos de aprendizaje.

Los alumnos aprenden con más efectividad cuando se les enseña con sus estilos de aprendizaje predominante.

  Existen diferentes clasificaciones en relación con los estilos de aprendizaje, 








Aprender no consiste en almacenar datos aislados. El cerebro humano se caracteriza por su capacidad de relacionar y asociar la gran cantidad de información que recibe continuamente y buscar pautas y crear esquemas que nos permitan entender el mundo que nos rodea. Pero no todos seguimos el mismo procedimiento, y la manera en que organicemos esa información afectará a nuestro estilo de aprendizaje.

Cada hemisferio procesa la información que recibe de distinta manera, es decir, hay distintas formas de pensamiento asociadas con cada hemisferio.
Según como organicemos la información recibida, podemos distinguir entre alumnos hemisferio derecho y alumnos hemisferio izquierdo.

El hemisferio lógico, normalmente el izquierdo, procesa la información de manera secuencial y lineal. El hemisferio lógico forma la imagen del todo a partir de las partes y es el que se ocupa de analizar los detalles. El hemisferio lógico piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para la matemática y para leer y escribir.
Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente obteniendo nueva información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente aceptables.

El hemisferio holístico, normalmente el derecho, procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes y sentimientos.

Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas nuevas, más allá de los patrones convencionales. El currículum escolar toma en cuenta las habilidades de este hemisferio para los cursos de arte, música y educación física.

Aunque no siempre el hemisferio lógico se corresponde con el hemisferio izquierdo ni el holístico con el derecho en un principio se pensó que así era, por lo que con frecuencia se habla de alumnos hemisferio izquierdo (o alumnos analíticos) y alumnos hemisferio derecho (o alumnos relajados o globales).
Un hemisferio no es más importante que el otro: para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si es una tarea complicada. Para poder aprender bien necesitamos usar los dos hemisferios, pero la mayoría de nosotros tendemos a usar uno más que el otro, o preferimos pensar de una manera o de otra. Cada manera de pensar está asociada con distintas habilidades.



Si quieres ver cuál es tu hemisferio dominante pulsa para hacer el test.





También puedes intentar el test Stroop, la parte derecha de tu cerebro intentará decir el color y tu parte 

izquierda la palabra. Comprueba TU VELOCIDAD DE LECTURA Y  ERRORES con alguien que

 hable dos idiomas o que toque un instrumento musical...y verás la diferencia.







2. Modelo de la Programación Neurolingüística de Bandler y Grinder.

 Modelo de la Programación Neurolingüística de Bandler y Grinder.



Este modelo también es conocido como visual-auditivo-kinestésico (VAK). Resume los tres sistemas con los que contamos para representar mentalmente la información. El sistema de representación visual nos permite ser más observadores de elementos como los colores y las formas, el sistema auditivo no permite recordar sonidos, canciones o voces y el sistema kinestésico nos sirve para recordar un aroma, sabor o un sentimiento.
Utilizamos los sistemas indistintamente y los podemos desarrollar con la práctica, al hacerlo de manera consiente podemos elegir un sistema de forma aleatoria y poner atención en el tipo de información que recibimos, por ejemplo: agudizar el sistema auditivo prestando más atención a los sonidos de nuestro alrededor o enfatizar el sistema visual al observar más nuestro entorno.

VISUAL

1. Conducta: Organizado, ordenado, observador y tranquilo. Preocupado por su aspecto, Voz aguda, barbilla levantada, Se le ven las emociones en la cara.

2. Aprendizaje: Aprende lo que ve. Necesita una visión detallada y saber a donde va. Le cuesta recordar lo que oye
3. Lectura: Le gustan las descripciones, a veces se queda con la mirada pérdida, imaginándose la escena.

4. Ortografía: No tiene faltas. "Ve" las palabras antes de escribirlas .

5.  Memoria:Recuerda lo que ve, por ejemplo las caras, pero no los nombres.

6.  Imaginación: Piensa en imágenes. Visualiza de manera detallada

7. Almacena la información: Rápidamente y en cualquier orden.

8. Durante los periodos de inactividad: Mira algo fijamente, dibuja, lee.

9. Comunicación: Se impacienta si tiene que escuchar mucho rato seguido. Utiliza palabras como “ver, aspecto…”

10. Se distrae: Cuando hay movimiento o desorden visual, sin embargo el ruido no le molesta demasiado.


AUDITIVO

1.      Conducta: Habla solo, se distrae fácilmente. Mueve los labios al leer. Facilidad de palabra. No le preocupa especialmente su aspecto. Monopoliza la conversación. Le gusta la música. Modula el tono y timbre de voz. Expresa sus emociones verbalmente.

2.      Aprendizaje: Aprende lo que oye, a base de repetirse a si mismo paso a paso todo el proceso. Si se olvida de un solo paso se pierde. No tiene una visión global.

3.      Lectura: Le gustan los diálogos y las obras de teatro, evita las descripciones largas, mueve los labios y no se fija en las ilustraciones.

4.      Ortografía: Comete faltas. “Dice” las palabras y las escribe según el sonido.

5.      Memoria: Recuerda lo que oye. Por ejemplo, los nombres, pero no las caras.

6.      Imaginación: Piensa en sonidos, no recuerda tantos detalles.

7.      Almacena la información: De manera secuencial y por bloques enteros (por lo que se pierde si le preguntas por un elemento aislado o si le cambias el orden de las preguntas.

8.      Durante los periodos de inactividad: Canturrea para si mismo o habla con alguien.

9. Comunicación: Le gusta escuchar, pero tiene que hablar ya. Hace largas y repetitivas descripciones. Utiliza palabras como “sonar, ruido..”.

10.  Se distrae: Cuando hay ruido.

KINESTESICO

1.      Conducta: Responde a las muestras físicas de cariño, le gusta tocarlo todo, se mueve y gesticula mucho, sale bien arreglado de casa, pero en seguida se arruga, porque no para. Tono de voz más bajo, pero habla alto, con la barbilla hacia abajo. Expresa sus emociones con movimientos.

2.      Aprendizaje: Aprende con lo que toca y lo que hace. Necesita estar involucrado personalmente en alguna actividad.

3.      Lectura: Le gustan las historias de acción, se mueve al leer. No es un gran lector.

4.      Ortografía: Comete faltas. Escribe las palabras y comprueba si “le dan buena espina”.

5.      Memoria: Recuerda lo que hizo, o la impresión general que eso le causo, pero no los detalles.

6.      Imaginación: Las imágenes son pocas y poco detalladas, siempre en movimiento.

7.      Almacena la información: Mediante la “memoria muscular”.

8.      Durante los periodos de inactividad: Se mueve.

9.      Comunicación: Gesticula al hablar. No escucha bien. Se acerca mucho a su interlocutor, se aburre en seguida. Utiliza palabras como “tomar, impresión…”.

10.  Se distrae: Cuando las explicaciones son básicamente auditivas o visuales y no le involucran de alguna forma.

3.  Para Honey y Mumford los estilos de aprendizaje son cuatro:

·         Activista: Los estudiantes con predominancia en el estilo activo se implican plenamente en nuevas experiencias. Crecen ante los desafíos y se aburren con largos plazos. Son personas que gustan de trabajar en grupo y se involucran en las actividades activamente.

·   Reflexivo: Los estudiantes con un estilo de aprendizaje predominantemente reflexivo también aprenden con las nuevas experiencias, sin embargo, no les gusta implicarse directamente en ellas. Reúnen la información y la analizan con tranquilidad antes de llegar a una conclusión. Observan y escuchan a los demás, pero no intervienen hasta que se han adueñado de la situación.

·        Teórico: este tipo de estudiantes aprende mejor cuando la información se les presenta como parte de un sistema, modelo, teoría o concepto. Les gusta analizar y sintetizar; si la información es lógica, es buena.

·         Pragmático: Su forma de acceder a la información es mediante la aplicación práctica de las ideas. Tienden a ser estudiantes impacientes cuando hay alguien que teoriza en exceso.
CARACTERISTICAS GENERALES: APRENDEN MEJOR Y PEOR CUANDO...

ALUMNOS ACTIVOS
Los alumnos activos se involucran totalmente y sin prejuicios en las experiencias nuevas. Disfrutan el momento presente y se dejan llevar por los acontecimientos. Suelen ser de entusiastas ante lo nuevo y tienden a actuar primero y pensar después en las consecuencias. Llenan sus días de actividades y tan pronto disminuye el encanto de una de ellas se lanzan a la siguiente. Les aburre ocuparse de planes a largo plazo y consolidar los proyectos, les gusta trabajar rodeados de gente, pero siendo el centro de las actividades.

La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es Cómo?

Los activos aprenden mejor:

Cuando se lanzan a una actividad que les presente un desafío.
Cuando realizan actividades cortas e de resultado inmediato.
Cuando hay emoción, drama y crisis.

Les cuesta más trabajo aprender:

Cuando tienen que adoptar un papel pasivo.
Cuando tienen que asimilar, analizar e interpretar datos.
Cuando tienen que trabajar solos.

ALUMNOS REFLEXIVOS

Los alumnos reflexivos tienden a adoptar la postura de un observador que analiza sus experiencias desde muchas perspectivas distintas. Recogen datos y los analizan detalladamente antes de llegar a una conclusión. Para ellos lo más importante es esa recogida de datos y su análisis concienzudo, así que procuran posponer las conclusiones todos lo que pueden. Son precavidos y analizan todas las implicaciones de cualquier acción antes de ponerse en movimiento. En las reuniones observan y escuchan antes de hablar, procurando pasar desapercibidos.

La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es Por qué?

Los alumnos reflexivos aprenden mejor:

Cuando pueden adoptar la postura del observador.
Cuando pueden ofrecer observaciones y analizar la situación.
Cuando pueden pensar antes de actuar.

Les cuesta más aprender:

Cuando se les fuerza a convertirse en el centro de la atención.
Cuando se les apresura de una actividad a otra.
Cuando tienen que actuar sin poder planificar previamente.

ALUMNOS TEÓRICOS

Los alumnos teóricos adaptan e integran las observaciones que realizan en teorías complejas y bien fundamentadas lógicamente. Piensan de forma secuencial y paso a paso, integrando hechos dispares en teorías coherentes. Les gusta analizar y sintetizar la información y su sistema de valores premia la lógica y la racionalidad. Se sienten incómodos con los juicios subjetivos, las técnicas de pensamiento lateral y las actividades faltas de lógica clara.

La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es Qué?

Los alumnos teóricos aprenden mejor:

A partir de modelos, teorías, sistemas
con ideas y conceptos que presenten un desafío.
Cuando tienen oportunidad de preguntar e indagar.

Les cuesta más aprender:

Con actividades que impliquen ambigüedad e incertidumbre.
En situaciones que enfaticen las emociones y los sentimientos.
Cuando tienen que actuar sin un fundamento teórico.

ALUMNOS PRAGMÁTICOS

A los alumnos pragmáticos les gusta probar ideas, teorías y técnicas nuevas, y comprobar si funcionan en la práctica. Les gusta buscar ideas y ponerlas en práctica inmediatamente, les aburren e impacientan las largas discusiones discutiendo la misma idea de forma interminable. Son básicamente gente práctica, apegada a la realidad, a la que le gusta tomar decisiones y resolver problemas. Los problemas son un desafío y siempre están buscando una manera mejor de hacer las cosas.
La pregunta que quieren responder con el aprendizaje es Qué pasaría si...?

Los alumnos pragmáticos aprenden mejor:

Con actividades que relacionen la teoría y la práctica.
Cuando ven a los demás hacer algo.
Cuando tienen la posibilidad de poner en práctica inmediatamente lo que han aprendido.

Les cuesta más aprender:

Cuando lo que aprenden no se relacionan con sus necesidades inmediatas.
Con aquellas actividades que no tienen una finalidad aparente.
Cuando lo que hacen no está relacionado con la 'realidad'.




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